Los muchos que conoceis este puerto, lo tenéis entre vuestra lista de favoritos. Es el Portillo de Lunada, uno de los muchos que enlazan Cantabria con la meseta castellana (Estacas de Trueba, Los Tornos, El Escudo, La Sía, La Palombera...), quizás el de más belleza y seguro el más largo.
Por la vertiente burgalesa, parte de Espinosa de los Monteros, pero la ascensión se puede contar desde Las Machorras.
Es una subida de unos 8 kilometros desde el cruce que continúa hacia Estacas de Trueba, y asciende de manera constante y por muy buen asfalto hasta los 1320 metros de la cima. Tenemos siempre a la vista la base militar del Picón del Fraile (cerrada al tráfico).
Los que llegan al paso que delimita Castilla y Cantabria quedan deleitados por el enorme paisaje que se encuentran.
La ascensión por esta vertiente cántabra es totalmente diferente y la que da más fama a este puerto. Desde la bella localidad de Liérganes hablamos de 32 kilometros remontando el río Miera. Los primeros son de aproximación con un terreno cómodo hasta llegar a la localidad de Linto, donde nos encontraremos las rampas más fuertes.
El ecuador se sitúa en San Roque de Riomiera y a partir de aquí se abre el paisaje recordando a las praderas de los grandes puertos pirenaicos o alpinos.
Tan cerca de casa es muy complicado encontrar una ascensión de más de 1200 metros de desnivel, la única pega es el lamentable estado del asfalto, muy bacheado y con muchos parches, lo que hace su descenso muy "perrillero".
Estos últimos años se ha incluido en el recorrido de la Vuelta y hemos podido disfrutar de su espectacular paraje.
Por la vertiente burgalesa, parte de Espinosa de los Monteros, pero la ascensión se puede contar desde Las Machorras.
Es una subida de unos 8 kilometros desde el cruce que continúa hacia Estacas de Trueba, y asciende de manera constante y por muy buen asfalto hasta los 1320 metros de la cima. Tenemos siempre a la vista la base militar del Picón del Fraile (cerrada al tráfico).
Los que llegan al paso que delimita Castilla y Cantabria quedan deleitados por el enorme paisaje que se encuentran.
La ascensión por esta vertiente cántabra es totalmente diferente y la que da más fama a este puerto. Desde la bella localidad de Liérganes hablamos de 32 kilometros remontando el río Miera. Los primeros son de aproximación con un terreno cómodo hasta llegar a la localidad de Linto, donde nos encontraremos las rampas más fuertes.
El ecuador se sitúa en San Roque de Riomiera y a partir de aquí se abre el paisaje recordando a las praderas de los grandes puertos pirenaicos o alpinos.
Tan cerca de casa es muy complicado encontrar una ascensión de más de 1200 metros de desnivel, la única pega es el lamentable estado del asfalto, muy bacheado y con muchos parches, lo que hace su descenso muy "perrillero".
Estos últimos años se ha incluido en el recorrido de la Vuelta y hemos podido disfrutar de su espectacular paraje.
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